lunes, 9 de junio de 2008

Walter Benjamín (1892-1940) Citas vinculadas a la problemática de la narración y de la experiencia.

El narrador (1936)


  • El narrador es una figura de por si alejada, que mantiene una distancia con el lector.
  • Cada vez es más raro encontrar gente que sepa contar bien algo
  • Cada vez es más frecuente que se vacile cuando se pide que se narre algo en voz alta.
  • La experiencia puede desaparecer. Un ejemplo lo da la gente que volvía enmudecida del campo de batalla. En lugar de retornar más ricos en experiencias comunicables, volvían empobrecidos.
  • “Cuando alguien realiza un viaje, puede contar algo”, dice un dicho popular, imaginando al narrador como alguien que viene de lejos. Pero con no menos placer se escucha al, que honestamente se ganó su sustento, sin abandonar la tierra de origen y conoce sus tradiciones e historias.
  • Presenta entonces dos ejemplos opuestos: Por un lado, al marino mercante y el otro por el agricultor sedentario.
  • En la Edad Media, se instauró una compenetración en la constitución artesanal. El maestro sedentario y los aprendices migrantes trabajaban en el mismo taller, y todo maestro había sido trabajador aprendiz migrantes antes de establecerse en su lugar de origen o lejos de allí. Para el campesino o marino convertido en maestro patriarcal de la narración, el taller medieval había servido de escuela secundaria: En ella se aunaba la noticia de la lejanía, tal como la refería el peregrino de retorno a casa, con la noticia del pasado que prefiere confiarse al sedentario.
  • Leskov innovo con una serie de escritos sobre la clase obrera, sobre el alcoholismo, sobre médicos policiales, sobre comerciantes desempleados, que son los precursores de sus narraciones.
  • Un rasgo característico de muchos narradores natos es una orientación hacia lo práctico, dando consejos o lecciones a los lectores sobre asuntos cotidianos: el consejo es sabiduría entretejida en los materiales de la vida vivida.
  • La narración no es moderna ni esta en decadencia, más bien es un efecto secundario de las fuerzas productivas históricas seculares, que paulatinamente desplazaron a la narración del ámbito del habla, y que a la vez hacen sentir una nueva belleza en lo que desaparece.
  • Lo que distingue a la novela de la narración (y de lo épico en su sentido más estricto), es su dependencia esencial del libro. La amplia difusión de la novela sólo se hizo posible gracias a la invención de la imprenta.
  • El narrador toma lo que narra de la experiencia; la suya propia o la transmitida, la toma a su vez, en experiencias de aquellos que escuchan su historia. El novelista, por su parte, sé ha segregado.
  • La novela, cuyos inicios se remontan a la antigüedad, requirió cientos de años, hasta toparse, en la incipiente burguesía, con los elementos que le sirvieron para florecer. Apenas sobrevenidos estos elementos, la narración comenzó, lentamente, a retraerse a lo arcaico; se apropió, en más de un sentido, del nuevo contenido, pero sin llegar a estar realmente determinado por éste.
  • La información cobra su recompensa exclusivamente en el instante en que es nueva. Sólo vive en ese instante, debe entregarse totalmente a él, y en él manifestarse. No así la narración pues no se agota. Mantiene sus fuerzas acumuladas, y es capaz de desplegarse pasado mucho tiempo.
  • La narración, es una forma artesanal de la comunicación.
  • El hombre de hoy ha logrado incluso abreviar la narración. Hemos visto el surgimiento de la “short story” que, apartado de la tradición oral, ya no permite la superposición de las capas finísimas y transparentes, constituyentes de la imagen más acertada del modo y manera en que la narración perfecta emerge de la estratificación de múltiples versiones sucesivas.
  • Desde hace una serie de siglos el concepto de muerte ha sufrido una pérdida de omnipresencia y plasticidad. Morir era antaño un proceso público y altamente ejemplar en la vida del individuo, pero en los tiempos modernos, es algo que se empuja cada vez más lejos del mundo perceptible de los vivos. La muerte es la sanción de todo lo que el narrador puede referir y ella es quien le presta autoridad. En otras palabras, sus historias nos remiten a la historia natural. Todo el que muere deja como herencia algo. Aunque sea historias.
  • Rara vez se toma en cuenta que la relación ingenua del oyente con el narrador está dominada por el interés de conservar lo narrado.
  • Todo aquel que escucha una historia, está en compañía del narrador; incluso el que lee, participa de esa compañía. Pero el lector de una novela está a solas, y más que todo otro lector.
  • El narrador es admitido junto al maestro y al sabio. Sabe consejos, pero no para algunos casos como el proverbio, sino para muchos, como el sabio.
  • En el narrador, lo sabido de escuchadas es incorporado a su propio ser. Su talento es de poder narrar su vida y su dignidad; la totalidad de su vida. El narrador es el hombre que permite que las llamas de su narración consuman por completo la mecha de su vida.(¡Alta metáfora!) El narrador es la figura en la que el justo se encuentra consigo mismo.

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