lunes, 30 de junio de 2008

Memoria y balance

La memoria humana es la función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre neuronas mediante la que el ser humano puede retener experiencias pasadas. Los recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis.

En contabilidad el balance es el estado que refleja la situación del patrimonio de una entidad en un momento determinado. En física es el sinónimo de equilibrio.

¿Pensaron que iba a hacer una reflexión sobre la cursada?
Muy equivocados...

domingo, 29 de junio de 2008

No seas ingenua, de hecho yo no lo soy.
Los buenos rara vez se quedan con la chica.

viernes, 27 de junio de 2008

Ensayo

“Promesas”

¿Por qué será que el Che tiene esa peligrosa costumbre de seguir naciendo? Cuanto más lo insultan, lo manipulan, lo traicionan, más nace. Él es el más nacedor de todos. ¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario, en un mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan porque no se conocen? Eduardo Galeano lo escribió alguna vez y mantiene ese problema hasta el día de hoy.

Aquí se suscita el problema más importante que se me planteó en este último tiempo. Un problema verdaderamente existencial para quienes pregonamos esa idea de mancomunión entre la acción y el discurso. Res non verba es una locución latina que refiere a la difusión de la “No demagogia”, producto ideal para una sociedad donde el aparato comunicacional y la figura de emisor-receptor están tan degradados por los políticos y comunicadores de turno, que la distorsión de la realidad mediante el discurso se vuelve moneda corriente. Aquí entonces aparece la dificultad de realización de la mayoría de los objetivos a corto y largo plazo, de mínima y de máxima, de cabotaje o internacionales.

Cuando todo un pueblo se deja guiar inconscientemente por un discurso que parte de una falacia es muy posible que crea la idea de que el resultado indefectiblemente se va a plasmar. Aunque esto nunca suceda. Cuando uno lee los ensayos de Berger piensa que en un momento se va a convertir en un verdadero ensayo y abandonar el formato crónica donde los indigentes y los colonos malvados aparecen en primera plana. Pero nos desilusionamos y nunca se propone a preguntarse y repreguntarse, solo recurre a lo fácil. Narrar lo que ve y se queda en la promesa: Indigentes y necesitados son parte de la crónica de lo real, y hasta incluso el término indigente es despectivo.

La dificultad y los límites de la crónica son finitos y responden a esta teoría demagógica. No avanzan, muestran un espectro y se quedan, no se trasladan, se estancan en las palabras, y luego, como Gastón Pauls se van en su Peugeot 307 ultimo modelo a la casa, tranquilo de que se consiguió una buena nota. El orgullo frente a una situación que requirió poco trabajo y gran cuota de azar es digno del argento. Si algo no se puede cumplir, lo dejamos librado al uso de azar como método diario y a la desmemoria del pueblo, un pueblo y unos dirigentes que sufrieron la pérdida del don de la vergüenza y ganaron el don de la falta de la humildad. Capote dice en el Prefacio de Música para camaleones que durante varios años se sintió cada vez más atraído hacia el periodismo como forma artística en sí misma, y creía que el periodismo como arte era un campo virgen, por la razón de que muy pocos artistas literarios habían escrito alguna vez periodismo narrativo, y cuando se atrevieron a incursionar en dicha aventura descubrieron que su trabajo había cobrado la forma de ensayos de viaje o de autobiografías, promesas que no afectan a nadie si no se cumplen. Esas historias si estaban mas vinculadas a la literatura de lo no ficcional y daban un vuelco para con las meras crónicas que se venían gestando. Las ideas de capote sobre la conjunción de géneros para completar una idea general estilística terminaron de marcar los límites entre ficción y no ficción.

La no existencia actual de un rol de periodista como bicho de redacción hace que se amplíen enormemente sus campos de investigación, ya que esta apertura en cuanto a lo estilístico determina también la posibilidad de ahondar en nuevos caminos, los que buscan ser retratados. Aquí los discursos son mas sutiles, los tiempos lineales son otros, la reproductibilidad de los textos contribuye y las promesas no son las mismas. Una promesa de Walsh de resolver un fusilamiento no puede ser la misma de Scoili al querer implantar turnos eficientes y computarizados en los hospitales. Si logra eso es probable que pueda llegara a ser presidente en lo inmediato. Cosa que no sucederá nunca. Sus promesas no se condicen con la acción. Es preferible callar y parecer un idiota, que hablar y despejar las dudas.

Reflexión sobre el tema y estilo

Género Ensayo

Una vez leídos los ensayos propuestos, llego a la conclusión de que el ensayo es una narración que se basa en la explicación de un tema, quedándose en la mera reflexión y preguntándose muchas cosas que quizá jamás sean respondidas, y que solo pueden ser sentenciadas en un tratado. Un ensayo no es un comentario de escritura propia, a partir de la reflexión de otros (esos otros no necesariamente tienen que estar explícitos, aunque, por lo general, se los menciona con citas directas, indirectas o encubiertas o mediante interesantes intertextos). Un buen ensayo no escupe las ideas, las va hilvanando de manera en que se arme un rompecabezas, como sucede en la mayoría de los géneros. Capote hablaba de la sumatoria de géneros para lograr una gran escritura. Creo que Berger o Caparrós se exceden en el recurso y se van hacia la crónica, otros se escapan a la sentencia, al tratado. En cada ensayo debe haber una tesis donde se expliquen los temas a tratar y su síntesis necesaria. El género juega además un papel fundamental para el ejercicio y el desarrollo del pensamiento. Cuando Adorno, en "El ensayo como forma", señala el papel crítico de este tipo de escritura, lo que en verdad quiere marcar es la fuerza del ensayo como motor de la reflexión, y como este diluye las verdades establecidas. Los ensayistas saben que las verdades son provisionales, que toda doctrina contiene también su contraria, y por eso plantean sus ideas y marcan una postura, como mostrando una carta, como marcando territorio, como parándose en una determinada vereda. El ensayo, es el espejo del propio pensamiento. Es la gimnasia, el ejercicio puro de pensar.
Espero poder lograr el entretejido justo.

jueves, 26 de junio de 2008

Análisis de los ensayos propuestos

Quiero aclarar que a priori, estos escritos no me proporcionaron fundamentos para estar tranquilo y poder salir corriendo felizmente a escribir un ensayo. Luego con la lectura de textos como el de Flusser pude conocer más sobre la estructura del género.
Ítalo Calvino en ¿Qué nuevo era el Nuevo Mundo? hace descripciones y ahonda en los relatos y formula preguntas para redondear una idea el tema e invita a la reflexión por parte del lector.
En “Colección de arena” caracteriza a las personas a través de simples objetos que hay en las colecciones. Se queda la mayoría de las veces en la mera descripción, y las preguntas son vagas y poco existenciales.
John Berger en “El traje y la fotografía”, realiza un trabajo similar. Desde el comienzo presenta al tema y lo desarrolla, no dejando lugar a dudas, ilustrándolo mediante fotografías, disipando esas dudas con las mismas imágenes, los intertextos, e incluso respondiendo todas las interrogaciones que forja, haciendo que el lector vaya pensando las respuestas a medida que va avanzando en la lectura.
En “Persistente desaliento” Berger le da al ensayo un formato puro de crónica solo con intersticios de planteos o preguntas. Planta bandera en un lugar incomparablemente devastado y narra sus historias de sufrimiento e necesidad. Se habla de postales amargas, de catástrofe, aquellas que solo podemos comparar con las crónicas de Cristián Alarcón, ya sea en La Argentina Crónica o en su libro "Cuando me muera quiero que me toquen cumbia”. Lo border, la marginalidad siempre es atrapante como tema de una crónica. En este caso queda plasmada en ensayo.

Proceso de escritura

Reflexiones sobre el género ensayo

Textos de Adorno y Flusser

Con la lectura de los ensayos conseguí desasnarme de diferentes cuestiones referidas al contenido y la oralidad. Sin dudas el más clarificador fue el de Theodor Adorno, “El ensayo como forma”, del cual adquirí conceptos interesantes; el más importante de ellos es el referido al alcance del mismo ensayo y su crítica al sistema.

Este es un género que procura atención a la experiencia y a los indicios, porque hace referencia a la historia entera y no se queda en meras impresiones no vinculatorias. Adorno marca el papel crítico de este género y su fuerza como generador de la duda y la sospecha, de la reflexión y la repregunta, diluyendo verdades preestablecidas. Me quedo con esa idea de que el ensayo es el género o la forma crítica por excelencia, critica de la ideología, esa necesidad de experimentar y jugar con la caducidad de los pensamientos y los objetos.


Flusser en “Ensayos”, habla mediante un propio ensayo de los componentes que este debe contener. Menciona al rigor (validez) que debe tener un texto, y una procuración por los detalles (siempre volvemos a los indicios de Morelli, Holmes y Freud), y caracteriza dos tipos de corrientes: Tratados, cuando se habla de un estilo académico, donde el tema interesa, y donde se precisa de más esfuerzo. Y el ensayo, un estilo más “vivo” de escritura, donde se incluye algo de la experiencia del autor. El tema desarrollado se vive con el tema, y dialoga con los otros. Aquí no resuelve el tema, sino que lo transforma en un enigma.

Habla del riesgo dialéctico en un ensayo, el de perderse en su tema y poder así perder el tema principal, por una mera identificación con diversos aspectos. “el ensayo es la articulación de un pensamiento como punta de lanza de una existencia empañada”

Flusser deja el ensayo para las ciencias blandas ya que no resuelve, y a los tratados para las ciencias duras. La filosofía y las ciencias, dice, deambulan entre el tratado y ele ensayo. Si bien no resuelve, el ensayo tiene como atractivo que en que transforma su tema en enigma implicando en el a sus lectores.

martes, 24 de junio de 2008

Frase como punto de partida

Eduardo Galeano escribió: ¿Por qué será que el Che tiene esa peligrosa costumbre de seguir naciendo? Cuanto más lo insultan, lo manipulan, lo traicionan, más nace. Él es el más nacedor de todos. ¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario, en un mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan porque no se conocen?

Merengue

Hoy no pude ir a clase. Tuve parcial de Semiótica y Lingüística. Me duele mucho la cabeza.

Subo lo que pensé hasta ayer. Tengo un gran merengue en el marote. Quiero escribir y no me sale. Ahora que estoy presionado, no puedo porque no me da. No se me ocurren otras cosas que no sean referidas al fútbol o al rock.

  • Ensayo Ideas - Posible Punto de partida

¿Porqué los jugadores son tan fervorosos al festejar un gol convertido azarosamente?

Antes solo se limitaban a levantar la mano. ¿Un gol en contra se debería festejar? ¿Pedieron el don de la vergüenza? ¿Hay menos humildad?

  • Relación con los textos vistos en clase: Nula
  • Otras Ideas

Hechos no palabras, Res non verba. Galeano y el Che Guevara.

Rol del periodista, Sublevación de la palabra. Periodista como bicho de redacción.

Cultura e incultura: La cultura de la TV.

Tinelli, Amalita, Scioli. El poder.

Conocimiento, acción y causa

No se , me voy a dormir a ver si me aclaro.

viernes, 20 de junio de 2008

Nuevo bloque


Hoy comienza un nuevo bloque, el del ensayo. No termino de pensar en los cuentos y ya debo comenzar con algo nuevo. Eso es muy bueno, ya que hace continuar con a gimnasia, y permite poder interrelacionar los temas con facilidad.
Escribí unas seis o siete ideas en una libretita, ninguna me convence como trabajo serio; Bueno en realidad si, pero no se relacionan tanto con los temas del curso y me estaría yendo fuera de los parámetros de los textos que se vieron en clase. Voy a seguir pensando, tengo todo el fin de semana.

lunes, 16 de junio de 2008

Diario

En la anterior entrada adjunté el único texto que sinceramente me costó escribir. Me costó escribir más que cualquier otro articulo del bloque. Me costó escribir más que cualquier otra reflexión de la cursada. No estaba seguro de que poner en la “Reflexión género Narración”, ni de cuantas líneas escribir, ni de cuando subirlo; si subirlo en partes, o completo, si al principio o al final del bloque.

Yo vine subiendo los textos diariamente, a medida que los iba terminando, por lo que mis entradas no están jerarquizadas por calidad como quería Celia (“pongan el mejor al principio así yo lo veo más rápido y me baso un poco en ese al responder”) sino que están ordenadas cronológicamente, según su día de producción.

Al principio ese criterio de ponderar a la “más lograda” me pareció injusto, porque desmerecía el trabajo de todo el resto del bloque. Yo ya me la veía venir: La “imagen onírica” se iba a pelear con la “consigna de ritmo” y la “nota de lector de Carver” por un lugar digno en el cartel, como si se tratara de vedettes de la calle Corrientes. Por eso decidí dejar de lado ese orden, el cronológico, porque pienso que todas las entradas se merecen una oportunidad, y porque tienen una impronta del momento en que fueron hechas (ya sea con más o menos tranquilidad, según el tiempo disponible hasta la entrega) que no debe ser alterada.

Ahora entiendo que Celia no puede leer todo de todos, lo que sería muy engorroso, pero bueno, es mi punto de vista.

Volviendo a la escritura en si, hubo algunos textos que me salieron más rápido, como por ejemplo los realizadas en clase, que prácticamente no los retoqué y solo me limité a digitalizarlos, peor también hubo otros que necesitaron una vuelta de tuerca, y otros que costaron muchísimo mas, como esta reflexión, aunque las notas de lector y las citas sobre los textos teóricos, como Bruner y Benjamín ya estuvieran hechas hace muchos días.

La cuestión es que ahora las entradas no se pelean y esperan ser leídas por todos.

Reflexión género Narración

Cuando uno intenta escribir no hace más que plasmar el desarrollo de las ideas de las experiencias alguna vez vividas. Ya decían Alvarado y Yeannotegui que la narración se relaciona con el conocimiento que se adquiere a través de la experiencia. Si bien en todas las culturas hay narración, cada una tiene su propia forma de análisis e idiosincrasia. Las autoras afirman mediante una cita perteneciente a Hayden White que no hay cultura que no organice el conocimiento en forma narrativa y no lo transmita mediante relatos. Para benjamín, las buenas narraciones no interpretan los hechos que narran sino que dejan que quién lee encuentre el sentido y la enseñanza. Y que por eso las buenas narraciones resisten el paso del tiempo, porque cada vez los lectores les asignan un sentido diferente. El narrador claramente no es el autor, por lo que hay que diferenciarlos y eso nos cuesta. La sola existencia de un narrador en nuestros textos no debe inhibirnos al pensar lo que dirán los demás sobre nuestros propios textos y lo que pensamos, porque nuestros textos pasan a ser ajenos y ya no somos tampoco nosotros los protagonistas de los mismos. La narración impone coherencia a los hechos y eso ayuda a que la ilación sea más firme. Según Barthes, la existencia de catálisis demora a veces una lectura y todo se basa en una larga descripción que produce un desbalance y hace que pase todo a último momento, aspecto que creo yo no está mal, porque genera tensiones y suspenso, pero que también parece que el autor nunca terminaba de redondear la idea y la dilataba. Debemos saber para conocer ese aspecto que todo elemento dentro del relato tiene una función y que a veces una descripción más no es en vano, porque ayuda a seguir una línea y conseguir una verosimilitud, por lo que el uso de, por ejemplo, la Metonimia y metáfora son recursos siempre válidos como conectores o indicadores de realidad.

Es muy difícil lograr en los textos aquellos que manifestaba Piglia, las dos historias, y demostrar que la historia dos no es secreta, sino enigmática. De hecho no se si lo logré en mis escritos. Quien lo logra seguramente ya pasó la barrera del aprendizaje y la inhibición. Igualmente, como manifestaba Cortázar, uno jamás puede lograr describir la maravillosa, dulce y violenta sensación que se experimenta al escribir un cuento.

sábado, 14 de junio de 2008

Notas de lector sobre los textos de Rodolfo Walsh, parte 2

Nota de lector sobre el texto de Rodolfo Walsh incluido en “Los oficios terrestres”
  • Fotos

En fotos, R. W. Narra diferentes momentos de la historia de dos amigos de la infancia. En el texto, se va denotando la separación que los une. Si; se separan tanto en kilómetros e intelectualmente hablando que se unen más profundamente cuando se vuelven a reencontrar.

Hay mucha síntesis en el escrito, porque que hay mucha significación desde lo ausente, mucha elipsis, no hay mucha explicación. Varias veces se plasman diálogos o aperturas de nuevos ámbitos sin previo aviso y sin inferencia ni secuela.

Logra una linealidad haciendo un montaje de gran cantidad de objetos: Datos aislados, pequeñas anécdotas, cartas, poemas, notas periodísticas y pies de fotos entre otras cosas.

La historia es cronológica y está eslabonada. Es un texto muy fragmentario. Incursiona en discusiones sociales: Los géneros populares aquí están discutiéndose desde lo literario, se intenta mostrar el discurso de toda una clase social, la de los pueblos, la hacendada. En este texto no hay solo una historia social, sino también una historia individual.

Aquí, la historia uno es la de Jacinto. La dos es su visión en paralelo de la vida de Mauricio, plasmada en el desparpajo de la vida de este último, con respecto a la estructurada nueva vida profesional de Jacinto. La paradoja se adueña del texto cuando el doctorcito se queda con la chica codiciada del pueblo y el último amor del fotógrafo estrella. El golpe de efecto de la resolución es para nada predecible. La contradicción y la risa siempre presentes. El boticario se queda con el imperio fotográfico.

Notas de lector sobre los textos de Rodolfo Walsh

Los oficios terrestres y Nota al pie, de Un Kilo de oro

Los oficios terrestres

Una comilona gracias a la benevolencia de unas mujeres ajenas al orfanato pero vinculadas a la iglesia hace estallar de felicidad a los internos irlandeses. La contraposición se logra cuando hay que sacar la basura, que representa las penurias y la tristeza de la vuelta a la realidad. Los dos planos de la vida y una madre de por medio. La desilusión de un día que indefectiblemente se acaba, y que ojala no pudieran olvidar. Entre todo eso la relación de un interno con el otro, la ayuda y reciprocidad, las diferencias dejadas atrás. Gran observación y descripción en la larga escena del camino al basural. lograr detener el tiempo, crear un clima y una tensión en la lectura.

Nota al pie

Es una inmejorable narración desde el punto de vista estilístico. Totalmente innovador y creativo R. W. crea un método para que las notas al pie sean parte de una historia paralela sobre un traductor escritor de notas al pie que se suicida y las deja como carta de despedida a su patón dueño de la editorial. A medida que va avanzando el texto las notas que aparecen en cada hoja son más importantes en tamaño y trascendencia, por lo que la sorpresa va in crescendo, hasta que los motivos aparecen ya con notas de página completa. Linealidad y expectativa a flor de piel para un relato con final al principio y escaleras de narración, nivelándose hasta dar vuelta la taba.

viernes, 13 de junio de 2008

Notas Lector sobre los textos de Raymond Carver

Carver hace un profundo trabajo de descripción, llega a límites insospechados del trabajo en la imagen mental, plasma olores y ruidos como ninguno, pero no llega a satisfacerme como lector. Lo mismo me había pasado hace dos años en la Diplomatura, cuando lo tuvimos que leer para el taller de Ana Jusid. En esa oportunidad eran fragmentos de "Queres hacer el favor de callarte, por favor?". Cuando tuvimos que hacer un trabajo sobre esos textos, no me surgió otra cosa que criticarlos, quizá por el mero "realismo sucio" de la narrativa propia de Carver.

En esta oportunidad me pasa algo similar. No es lo mismo que con Walsh, por el que tengo admiración, y a quien vengo leyendo hace varios años. No me dio tan buena primera impresión como Salinger. En fin, no me gustó, por eso dilaté tanto esta entrada y por eso voy a ser breve en el análisis de cada uno de los tres cuentos.

¿Porque no bailáis?

Una pareja decide comprar los muebles de un anciano que realizaba una venta de garage, cuando se percatan que el anciano no solo era mal negociante sino que poco le importaba la venta en si y los invita a bailar a su jardín. El hombre no tenía rasgos de ser alguien agresivo, pero tampoco una persona muy cuerda. El hecho de ofrecer whisky a cada rato invierte en nosotros, los lectores, la probabilidad de que algo pase, algo no muy bueno. Pero no. Un cuento más que se queda en insinuaciones, en supuestos, en conjeturas, en “no-noticias”, “no-sucesos” y que libera la imaginación. Puede ser que a veces la imaginación se nos libera tanto que nos sentimos atrapados por no saber hasta donde llegar, o por tener demasiada libertad. La falta de límites muchas veces puede ser una cárcel, y de las peores. A veces lo importante es lograr imágenes y no concreciones, y lograr que los tiempos sean concretos para contribuir a la fluidez de los sucesos, y eso si Carver lo logra a la perfección.

De que hablamos cuando hablamos de amor

Primero el título me recuerda a Calamaro Andrés. El basamento del texto es el diálogo entre dos parejas que discuten sobre el amor. Lo interesante en este texto no es la resolución sino la significación de las frases y el dialogo en sí: cargadísimo de connotaciones, explicaciones, acotaciones y descripciones. Como en todos estos escritos de Carver, la supuesta historia dos nunca aparece, ni se nos da la pista para descubrirla. El alcohol y las relaciones son otra vez el eje circundante. La cocina a oscuras sí marca una idea. La de final. No sabemos de que tipo, si violento, sexual o simplemente se le acabó la resma al escritor.

Una cosa más

Básicamente la escena de una discusión entre tres partes. Una pareja y su hija. Una reseña de hechos a modos crónica que se convierte en diálogo, que se convierte en punto de vista, que se convierte en descripción, descripción exhaustiva como siempre, y como siempre no se que onda, porque el tipo se fue, pero nos e fue, les hizo algo, peor no les hizo nada, y otra vez la no-noticia, y no se me ocurre metafora o analogía de que puede ser. Impotencia para él, el de las iniciales, impotencia para mí por no saber.

Notas Lector sobre los textos de J. D. Salinger

Recuerdo una emisión de “Ver para leer”, el programa televisivo de Juan Sasturain, en el que este se paseaba por varias librerías en busca de un ejemplar inconseguible de “Los 9 cuentos de Salinger”, para regalárselo a su hija adolescente por motivo de su cumpleaños. No he tenido el gusto aún de leer el libro completo (digo el gusto porque hasta ahora tengo una muy buena impresión del autor), pero en mi opinión, creo que estos dos cuentos (“Un día perfecto para el pez plátano” y “El hombre que ríe”) son prefectos para ser leídos por adolescentes. El porqué de mi teoría se basa en que, en las dos historias, encontramos problemáticas profundas de ese período de la vida: En el primer cuento, el dolor de haber sido parte de una cruenta guerra y volver para contarlo, aún siendo muy joven, teniendo toda una vida por delante, y con la posibilidad de formar una familia; En el segundo porque se habla de desamores, desencantos e historias de amistad, vinculadas al esfuerzo y la fraternidad que existen en un grupo de amigos.

Trazo este paralelismo porque los dos cuentos se encuentran en los extremos de la adolescencia: Los muchachos del Club de los comanches en el principio, una etapa de descubrimiento y abandono de la inocencia, y al final de esa etapa las desventuras de un ex combatiente que comienza con su vida de adulto, “see more glass”.

Ahora lo entiendo a Sasturain, ya me doy cuenta porqué quería que su hija leyera esta obra.

Un día perfecto para el pez banana.

  • Aquí, a Seymour le sucede lo que a muchos ex combatientes. No aguantan el peso del pasado. De eso los argentinos sabemos bastante.

Salinger plantea de entrada el suspenso. Crea al comienzo una descripción fuerte de una situación de diálogo, la cual se encarga de explicar el contendido de la historia que luego se va a desatar. Anticipa situaciones en el tiempo, relativiza indicios.

Juega mucho con la representación de lo visual, y a la vez con todo aquello que se puede presentar como dudoso e incierto, con el descuido y con las situaciones azarosas o libradas a la disposición del destino.
Los diálogos son una excusa para llamar la atención ante cosas no muy interesantes o desviarla cuando suceden las verdaderamente importantes.

Se hace además una descripción (aquí no a modo de recuento o repaso) mediante detalles aislados de los que se desprenden suposiciones que luego no llegan a un puerto. A través de esos recursos es que el escritor logra mantener el hilo de la narración y al lector en vilo.

La historia dos (según los parámetros de la teoría de la doble historia de Piglia) es la historia interna del protagonista, el vacío, su particular manera de ver las cosas, plasmada en la atormentada teoría de los peces en el pozo.

El cinismo forma parte de la narrativa del autor. Asusta la escena de la niña jugando sola con un perfecto desconocido, que, para una sociedad pacata y conservadora, es (o era) un perfecto y potencial desquiciado. O al menos un desequilibrado a causa de un dolor inmenso que necesita atención. Sin dudas es un llamado de atención a esa problemática, que nunca cesa, porque el país del norte siempre esta involucrado en cuanto conflicto bélico se suscita, y no por casualidad.

El hombre que ríe

  • Aquí se juega con un paralelismo entre la “vida del jefe” y la vida de “el hombre que rie”. Los estados anímicos del primero influyen el historia ficcional y hace que se entrecrucen los finales trágicos. La vida de los niños queda marcada por imágenes indisolubles que les dejan una enseñanza y un sabor a estreno, mientras se navega entre la inocencia y la sorpresa.

El Club de los comanches es un equipo de niños o pre-adolescentes que se juntan en sus ratos libres a practicar actividades recreativas. El “jefe” los entretiene en los viajes hacia los campos deportivos con las historias de “El hombre que ríe“, un personaje de fábula que sortea problemas variados a causa de su marginalidad obligada, pero que la mayoría de las veces sale de los infortunios sin mayores problemas. Todo esto mediante una temporalidad lineal en el pasado, y la utilización de un narrador como protagonista. Hasta ahí la historia uno.

La historia dos es la paranoia interna del jefe y sus problemáticas de joven de clase media. La misma se ve desenvuelta y plasmada también en el cuento del “hombre de la boca deforme”, conformando una analogía de esa historia real.

La historia de amor agrava los problemas del muchacho (así como del personaje de fábula) ante una inocente mirada de los chicos. Los chicos creen que la muchacha que se suma al grupo es uno más, e increíblemente la integran. El jefe la integra con otros intereses. La felicidad reina en esos días, y el hombre que rie goza de un vigor inusitado. Hay además un inesperado interés por parte del niño para con la muchacha cuando este la ve triste, porque hay incertidumbre y hay una suerte de inocencia sobrevolando. Cuando las cosas se desencadenan, el hombre que rie agoniza y eso hace que se cierre una etapa.

jueves, 12 de junio de 2008

Diario: Pasos a seguír

Al fin una entrada que plasma mis ideas de escritor:

Ya cumplí con buena parte del trabajo. Eso me deja tranquilo.

Me faltan subir solo las notas de lector de los escritos de Salinger, Walsh y Carver, como si todo eso fuera poco.

Ya leí y releí los cuentos varias veces, y eso me alivia mucho más.

Solo debo disponerme a hacer un raconto de todo lo que se me cruzó por la cabeza y exponerlo, acompañado lógicamente de un análisis técnico.

Durante el vienes los plasmaré en nuevas entradas del blog.

¡Que cosa bárbara Javier, siempre jugando con el tiempo en las entregas, siempre estando al filo…!

Ahh y me falta la reflexión sobre el género.

Eso lo dejo para el viernes a la tarde, cuando esté más inspirado a sabiendas que arranca el fin de semana.


Crítica a la crónica de un compañero.

Crítica a la crónica del compañero: "De Tizas y Barbijos", la crónica de Mauro Gasparini.

Permisa uno cumplida: Mauro logra que el lector pueda conocer una faceta desconocida de un lugar que bien o mal todas las personas conocemos, por lo menos de haberlo oído nombrar en los medios de comunicación o por alguna persona cercana a nuestro entorno. Todos alguna vez escuchamos del trato y la excelencia de un hospital publico dedicado al cuidado de niños como el Juan Pedro Garrahan.

Premisa dos cumplida: La reseña histórica es completa y ayuda a la introducción al tema, no se excede ni tampoco da la sensación de ser escasa.

Premisa tres cumplida: Las metáforas están a la orden del día como en toda su escritura, y funcionan a la perfección como inductoras a la descripción.

Premisa cuatro cumplida: Logra que hay una ida y vuelta en la temporalidad, y que terminemos, gracias a eso entendiendo muchas cosas y logrando una integral visión de la escuela y las obras artísticas a las que alcanzan los alumnos.

Premisa cinco, con calificación pendiente: ¿Y? ¿Qué pasa con ellos? Se queda en la mera información, descripción y en el reportaje, en los planes y en las anécdotas, pero no se repregunta, no se juega, no se arriesga, no busca nada más.

Mauro cumple con 90% de la consigna, le falta un plus, le falta la cuota ensayística que requiere el texto: Le faltan pocas cosas: a mi modo de ver, una crónica esta completa cuando aparecen otros rasgos de la escritura incluidos, porque como decía Capote, uno logra una buena escritura una vez que consigue aunar todos los géneros literarios. A mauro le faltó un poquito, no mucho, por igualmente el objetivo está cumplido.

miércoles, 11 de junio de 2008

De Tizas y Barbijos - Crónica de Mauro Gasparini

Desciendo del colectivo, y mientras voy buscando los cuestionarios preparados doy con una bandera argentina, que flamea, en el mástil de las afueras del hospital. Hacia ambos lados, venden juguetes, y padres juegan con sus chicos, esperando su turno, observando todo a su alrededor. La mayoría de las personas que concurren al Hospital Garrahan provienen del interior del país. Se asombran con las transitadas calles que dan al patio del recinto. Con la peregrinación de autos que van y vienen, en una especie de caos, paradójicamente ordenado.

No muchos saben que dentro del establecimiento, se encuentra funcionando una escuela. Desde hace casi dos décadas la Escuela hospitalaria N°2 Dr. Juan P. Garrahan, se mantiene activa, de lunes a sábados, gracias a la colaboración del Estado y a la buena voluntad de personas que con sus granitos de arena, ya han logrado conformar una linda cordillera. Digo cordillera y no montaña, porque son grupos de gente que a veces, sin nada en común los que desde diferentes lugares, aportan para el crecimiento de la escuela y de la educación de los casi 4000 chicos que, anualmente reciben clases.

Un peu d´histoire

Las escuelas hospitalarias emergieron con gran fuerza – cuenta Marta Gallardo, directora del establecimiento - luego de la segunda guerra mundial, especialmente en Francia, donde quedan muchos chicos internados, y se plantea la necesidad de proseguir con su educación. En nuestro país, este proyecto se remonta al año 1937, y en 1943 se legitima creándose la primera escuela hospitalaria. Durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla se produce un quiebre, cuando se considera que son innecesarias, y se cierran muchas escuelas. Las gestiones políticas eligen (aunque no debería ser así) favorecer o no a las políticas educativas. Desde que se recuperó la democracia nos hallamos en un punto muy importante de crecimiento y desarrollo para las escuelas hospitalarias. A fines de la década del 80, nace la Escuela hospitalaria N°2, basándose, como todas en el ejemplo de la escuela N°1 Ricardo Gutiérrez, que desde 1945 funciona en el hospital homónimo.

El futuro se construye aquí

Luego de ingresar por una de las puertas principales del hospital, atravieso una especie de boulevard, conformado, por salas de atención e informes, rodeadas de butacas dispuestas como en un cine. Pero aquí no se proyectan películas. En este lugar se llevan a cabo acciones de todo tipo para conformar un futuro, antes que todo posible, y luego digno, para los millares de chicos que son atendidos por mes en él, considerado uno de los 3 mejores hospitales pediátricos a nivel mundial. Tal es el reconocimiento que este lugar otorga, que como queda reflejado en el testimonio de Darío Santoro, uno de los docentes, quien comenta que “(…) cuenta con los mejores médicos, que no están por el sueldo, sino por la chapa que les da el hospital”.

Al terminar el pasillo principal, llego a una sala donde se hace una bifurcación y tengo ahora, que elegir que camino seguir. Dos instituciones se encuentran en el seno del hospital. A mi izquierda, la religión en una pequeña capilla, humilde, pero valiosa (Dios, eternamente privilegió la fe por sobre la pompa). A mi derecha, la educación, giro hacia ese lado, y digo presente, cuando los maestros miraban sus relojes, comprendiendo que era hora de comenzar con las entrevistas, que se sucederían ese día. Asisto ahora a clases, sobre educación en derechos humanos, moral, solidaridad y enfrentamiento de adversidades.

- ¿Dónde están las demás aulas? – Pregunté al ver solo una pequeña sala de un lado, y la dirección del otro.

Todos se reían y me dijeron que no había más. Comprendí que había casi tantas aulas como habitaciones tenía el hospital, ya que pocos eran los alumnos en condiciones de trasladarse todos los días hasta la pequeña sala en la que yo me encontraba. Ahí supe que los docentes se dividían según sectores diferenciados por la patología de los pacientes – alumnos. Una gran diferencia y difícil de superar por parte de los maestros es la que se produce cuando se pasa del clásico “7mo B” a, la habitación 230 del sector de diálisis.

La maestra de plástica Liliana Esteban refleja este tema al decir que “Desde el punto de vista docente cambia bastante la cosa... porque entras en la sala y tenés ocho camas de cada lado y en el lugar estás vos, los padres, las enfermeras, los técnicos y el médico que entra y sale. Te acostumbras, ya que todo forma parte de la situación. Una como docente está acostumbrada a entrar al aula y tener a los 20 chicos sentados en sus respectivos asientos y vos sola frente a ellos”. Enseguida aclara que se acostumbró y que en su profesión considera a todo positivo, en cuanto a que se establecen vínculos muy cercanos con sus alumnos, que se siente importante conteniéndolos y que, por sobre todas las cosas, su tarea les da fuerzas a los chicos para pelear contra sus enfermedades.

El lado sano de los chicos

En la charla con el grupo de entrevistados, con mates de por medio, conversamos sobre los objetivos de la escuelita. Aparecieron como los más importantes: el garantizar la igualdad de oportunidades al niño hospitalizado, a través de una mejor calidad de educación, adecuando el servicio a sus necesidades educativas especiales. Para lograr eso se enfatiza en el hecho de, antes que nada, proporcionar de una excelente capacitación al docente, adecuándolo al tiempo y espacio en el que desarrollará su tarea para garantizar prácticas docentes acordes al perfil de la población escolar. Otro de los objetivos principales es el fomentar espacios de participación comunitaria para que los alumnos, docentes y familiares compartan tiempo y proyectos. Este último es muy importante ya que entre todos, se ayudan mutuamente para superar las diversas crisis que se hacen presentes en el proceso de recuperación del niño que esta afectado por alguna enfermedad. Los niños, presa de su patología luchan como pueden contra ellas, con ayuda de los médicos y familiares. Familiares que parecen y se comportan como personas de acero, pero son de cristal, muchas veces se quiebran. Por eso el hospital cuenta con un grupo de psicólogos quienes también brindan su apoyo a maestros. Maestros que se encuentran con un rol que no es el que atañe a priori a su profesión, o quizás si, pero que aparece en el hospital en un grado mayor: el brindar contención emocional, y además de educar, darle fuerzas a los alumnos para salir adelante, y luchar por vivir.

En el medio de la charla, Liliana nos habló sobre su teoría del “Lado sano de los chicos”. Para el chico la escuela es su lado sano. Que los niños tienen ganas de hacer los deberes porque según su concepción, los niños sanos no hacen deberes, entonces el ir a la escuela y aprender, los ayuda a pensarse a ellos mismos como chicos sanos.

A medida que recorro nuevas instalaciones en el hospital, observo que hay una salita multifunción. Funciona como sala de informática, biblioteca y conservatorio. Cuando le pregunto a Darío sobre los libros, me contesta que reciben muchas donaciones, entre ellas nos cita la de Daniel Filmus (ex ministro de educación de la Nación Argentina) “…esos libros de ahí arriba, los trajo Filmus (dice señalando la biblioteca). Nosotros le dijimos al ministro, que los chicos muchas veces no devuelven los libros y el nos respondió que estaba perfecto que era lo que buscaban al donarlos”. Esta anécdota refleja lo importante que es para la institución, que no todo quede ahí, sino que la escuela sirva para ayudar a los chicos a reincorporarse a otras y a no perder su año lectivo. Al mostrarme Darío los boletines, observo que se manejan como cualquier otra escuela pública, las mismas materias cada una con su nota correspondiente y su plan de trabajo, el cual obviamente se adecua a cada situación.

El arte por el arte…y algo más

Los dibujos de los chicos cubren, las paredes del hospital, decoran las habitaciones y marcan el territorio de lo que les pertenece en las aulas, en su espacio, donde son libres, donde aprenden y enseñan. Donde los colores los ayudaron durante años a evadirse, a pensar en un lugar mejor, a castigar con amnesia a sus dolores. En el aula principal, se observan, personas, animales, casas, paisajes, dotados del más perfecto realismo, el que sale de la mente de los niños. Al fin y al cabo, no hay más realismo que su ficción. Los lápices esperan ordenados, que los desordenen para su felicidad. Todo está en calma y reina un ambiente manso que roza lo aburrido. Salgo de la sala y voy a la dirección. La directora me hace ver la gran importancia que se le da al arte cuando me muestra que casi la mitad de los docentes se reparten entre tareas como talleres de teatro, artes plásticas y música. “Es muy fuerte para los chicos luego de una muestra, convencerse a ellos mismos de lo que lograron y eso les fortalece mucho el autoestima”, comenta uno de los maestros, mientras otros sonríen asintiendo con la cabeza. “Además (comenta otro), es muy importante también para los padres, a ellos también les da fuerzas y los enorgullece el ver las cosas que hacen sus hijos”. Y con razón – pienso -, debe ser una experiencia muy fuerte estar presente en la pelea de tu hijo por vivir, y verlo, empeñarse además por dibujar y hacer cosas que lo hacen feliz.

Dos semanas después de mi paso por el hospital, se organizaría una muestra conjunta de dibujos realizados por los chicos y, una puesta en escena de una obra de teatro también llevada a cabo por ellos.

Anécdotas y reflexiones

Para finalizar la crónica decidí incluir anécdotas para acercarnos aún más al hospital, y ver también desde otra óptica al mismo. En lo general son temas que marcan un continuará. Esta crónica tiene como uno de sus propósitos el plantearse como la rama de un árbol. A través de testimonios, expondré temas que si bien no serán tratados, son de interés para futuros trabajos. A pesar de no relacionarse específicamente con la escuelita, fue gracias a ella que di con estas nuevas extensiones del árbol.

Geografía y antropología: Está el caso de la descentralización de los centros de tratamiento, tema que fue planteado por los mismos maestros y no por las autoridades del hospital. Santoro, es quién plantea esta cuestión al exponer que: “(…) hay que descentralizar el Garrahan. No puede ser un único hospital y que vengan chicos de Jujuy o de Tierra del Fuego. Tiene que haber un hospital pediátrico de complejidad, en el norte, y otro en el sur de nuestro país. (…) es muy difícil para los chicos de las provincias adaptarse a lo que es el clima; las calles mismas los aterrorizan y el movimiento social es tan grande, que se sienten aturdidos.” Pero no es el único testimonio sobre este tema, la directora de la escuela nos hablaba, desde otra perspectiva de chicos que vienen de otros lados “Un chico viene del Paraná, pero allá no se quiere atender, prefiere las cinco horas de viaje en ambulancia. Cinco de ida y cinco de vuelta, y no ir al hospital de su provincia. Él acá se siente contenido y esperaba no tener que irse”. Eso habla del nivel de contención que se busca establecer.

Medio ambiente y salud: “Hay muchos chicos que vienen de Misiones, por trasplante hepático, porque en el río están tirando cromo. Es decir, que no puede ser que vengan para trasplante porque hay personas que están contaminando los ríos con un metal pesado. Las personas toman esa agua y terminan con cáncer. Por otro lado, en Ezeiza enterraron material radioactivo de la central atómica y todos los que llegan de esa zona, vienen con un altísimo grado de contaminación radiactiva y eso es infalible. No hay nadie que se salve de eso”. Fuerte testimonio de uno de los maestros, que prefirió resguardar su identidad.

Matemáticas: La institución educativa se mantiene por medio del gobierno, y donaciones de terceros, quienes además de dinero, aportan, muebles, materiales de construcción, libros y todo lo que la escuelita necesite para llevar a cabo sus clases.

Historia: Vuelva a comenzar con la lectura de la crónica.


Esta entrada fue a modo ilustrativo.

En la próxima entrada , la critica de esta crónica.

martes, 10 de junio de 2008

Consigna en clase : Espacio físico

Entrar a un texto desde un espacio físico significativo.
Lograr la descripción: Enumerar sus partes, utilizar una ayuda memoria, recordar colores, luz, impresiones, sonidos o una particularidad sonora, un olor, algo táctil.; Pensar en un personaje que asociemos, o en personajes importantes relacionados con ese lugar. Todo lo que nos haga acordar. Buscar una analogía con otro hecho, ver en que día estuvo muy diferente. Encasillarnos en un aspecto del espacio, una punta, y volver a descubrirlo, ayudar a que lo invente la memoria.

El Galpón

Las tardes de invierno eran frías, oscuras por momentos, sobre todo si se pasaba la barrera de las seis. El Fiat celeste se guardaba bajo un techo de chapas con una base de tirantes de algarrobo. A su derecha estaba el imponente galpón. Quizá imponente observado con vista de niño; Quizás si lo estuviera viendo ahora no me parecería alto, ni imponente.

Recuerdo que no era muy pulcro, ni tampoco estaba muy bien conservado. El paso de los años había dejado su huella. Las paredes eran de ladrillo a la vista, un ladrillo rojo y descascarado; Por momentos se le caía el revoque que tenia a los costados si uno le pasaba la mano con fuerza como quien limpia un pantalón al que se le impregnó alguna suciedad; La polvareda se levantaba y empezábamos a toser. También tosíamos cuando entrábamos, porque no era el lugar más limpio del mundo. Parecía nunca haber existido la aspiradora en ese universo paralelo. Todo ruido que ocasionábamos al toser quedaba opaco cuando el tren pasaba y marcaba los ritmos de la conversación. Entre la bocina y el ruido de las vías crujiendo sobre los viejos durmientes, nadie podía escucharse. Solo el que vive en proximidad de las vías del ferrocarril conoce y puede acostumbrarse a tamaño ruido.

El galpón tenía un techo a dos aguas, La trasera daba a la medianera lateral, la delantera al pequeño patio. No poseía ventanas, solo dos puertas de madera muy altas, que llegaban hasta el techo y se disponían opuestas para crear una sola abertura grande. Una de las hojas de la puerta sí tenía vidrio, y este permitía ver hacia adentro, y hacía posible que ingresara un pequeño haz de luz.

Unos siete metros de largo y solo dos de ancho eran suficientes para albergar una gran cantidad de objetos decorativos, revistas deportivas y del corazón, muebles desgastados, y sobre todo, viejas historietas, antiguos muñecos y juguetes, y números atrasados de la AZ10, que eran los objetos que, lógicamente, más nos atraían de todo lo que había en ese galpón.

Paradójicamente nunca fui de coleccionar historietas ni muñequitos de series infantiles, pero en esa época se habían convertido en el fetiche a conseguir para poder jugar allí dentro.

Nos prohibían la entrada al cobertizo, Los padres de él decían que lo iban a demoler, que eso ayudaría a desterrar los problemas de bronquios y alergia de los integrantes de la familia.

Todo cambió una tarde en la que volvíamos del colegio y éramos próximos a cruzar las vías. Estábamos más preocupados pensando en si llegábamos a pasar por el cruce antes que el tren, que en la calle misma que teníamos que cruzar metros antes. No miramos, y cruzamos igual. Casi nos pisa un colectivo, nos pasó raspando. Son de esas escenas en las que se te pasa toda tu vida por los ojos en un segundo, aunque tengas ocho años, y de esa vida solo recuerdes los últimos 5 o 6 .

Agitados y asustados, tardamos diez o quince minutos en entrar a la casa. Antes de abrir la reja que nos llevaba a la zona del garage y el galpón, vimos un volquete en la puerta, pero no le llevamos al apunte. El papá de mi amigo nos ve y nos dice que entremos, que hace frió. A la casa misma se entraba por la otra reja. Disimulamos. Seguíamos con miedo. No decimos nada y nos preparan como siempre la chocolatada. Decimos que no queremos y nos vamos para el galpón. Vemos que no tiene techo, y que hay un obrero o un albañil que estuvo seguramente desde temprano, y que saca las cosas de adentro en una carretilla. Luego nos dicen que vamos a poder jugar a la pelota o a la paleta más tranquilos, que va a haber más lugar: Nosotros vemos irse de a poco, en un volquete, el lugar donde vivimos aventuras mutantes, del espacio, con linternas, con walkie-talkies, con Rambos y Gia Joes.

lunes, 9 de junio de 2008

Fenómenos populares: “Mezclemos nuestros colores”

Crónica de un sábado diferente. Miranda en Obras. 7 de junio de 2008

Es martes y llegan al mail de la radio las acreditaciones para la cobertura del show de Miranda en Obras Sanitarias, el ahora llamado “Estadio Pepsi Music” o “ el templo del pop” (paradójico rótulo, ya que en las próximas semanas tocarán Joe Satriani, Carajo y Almafuerte, entre otras figuras del rock).

Primero nos miramos con mis compañeros del programa cara a cara, con las cejas extendidas, con cara rara…, pero después dijimos… ¡Y si,… vamos!

Desde el 2003 que no veía un show de la banda, época en la que aún estaba en la secundaria y ellos tocaban en el teatro del Ateneo Don Bosco, en Bernal. En esa época me gusta el género electro pop, y Miranda! era un exponente, por eso alguna vez los ví; Pero ellos ahora han encontrado su lugar al margen de esa movida.

No los volví a ver más, salvo algún show fugaz en alguna discoteca a principios de 2005 (ya practicaban ese marcado rito de bailanteros o cuarteteros, eso de pasar por 5 o 6 discotecas en una noche), un poco por descreimiento, un poco porque se volvieron extremadamente populares (mi teoría es firme, si los conoce tu abuela ya pasan una barrera de la que es difícil regresar), un poco porque ya no me divierte verlos, un poco por todo.

Nos bajamos del 130 en Libertador al 7300. Ya en el ómnibus había niñas enardecidas, muchas de ellas junto a sus madres. En el stand de prensa nos dicen que solo tenemos “cobertura” y que no pasaremos ni al campo, ni al Vip, solo a la general, la popu. Nuestro talante cambió: pasó de la risa al disimulo gestual, a la cara larga.

El programa fue respetado. Comenzaron puntuales a las nueve, cuando en las tribunas las chicas agitaban unos tubitos fluorescentes que regalaba un pelado encargado de la seguridad, que los sacaba de una bolsa de consorcio repleta. Las luces se apagaron y los artistas comenzaron la catarata de éxitos. La misma catarata la sufrieron después los fans más ortodoxos, los que estaban en el campo, delante de todo: La cortina de humo, uno de los efectos más preparados de la noche, bajaba como cascada de agua, e hizo que estos retrocedieran muchos metros porque se comenzaban a asfixiar.

Las bolas de espejos reflejaban los láseres que emanaban del techo, al ritmo de Don, Prisionero, Navidad, El Profe, Hola, Yo te diré y varios otros éxitos que poseen, con solo tres discos de estudio editados y casi todos provenientes de los últimos dos oficiales: Sin Restricciones (2004) y El Disco De Tu Corazón (2007). Estos dos larga duración les procuraron el salto a la popularidad, y les ayudó a recibir a un nuevo publico: niñas de entre 10 y 18 años, de toda clase y rango social, que, por transición, colaboraron a hacer que la banda llegara a coquetear con ritmos mucho (muchísimo) más populares como la bachata o la cumbia (ver Perfecta o No Me Celes)o que haga en vivo cobres de temas bailables como “La isla del sol”.

Temas que jamás se les hubiera ocurrido incluir en el primer Lp (Es mentira, 2002) icono del electro-pop de culto de principios de los 2000: de ese disco, esta noche, solo se despacharon con Romix, Agua e increíblemente con Bailarina, aquel tema que fue el primer corte, el tema que presento en sociedad a la banda, con un video lleno de naranja, lleno de ambigüedad y electrónica, que surfeaba sin rumbo en las madrugadas del 2000 por Mtv; Aquél video cuya canción rezaba “mezclemos nuestros colores”, aquel video que no se imaginaba que la banda de Ale Sergi, Lolo, Juli Gattas y Monoto pudiera haber vendido miles de discos en toda Latinoamérica a través de una multinacional, que no se imaginaba que hoy pudieran estar haciendo cumbia, en Obras, con un ballet bizarro de fondo (integrado por integrantes de todas las tribus urbanas y hasta un caracterizado travesti) y siendo observado un publico repleto de pre-teens con sus mamás coreando en sus espaldas.

Texto de rítmo: Bing (Samuel Beckett, Relatos, 1965)

Descubro que tengo el texto Bing en en una carpeta, mezclado con textos del bloque entrevista.
Es el código 7102 , me dispongo a investigarlo, saco pocas conclusiones.

Bing
tiene correlación.
Bing va acomodando las palabras según la posición que falta ocupar.
Bing practicamente no omite.
Bing está lleno de imágenes.
Bing impacienta.
Bing habla de una agonía.
Bing muere al mismo tiempo que el hombre.

Walter Benjamín (1892-1940) Citas vinculadas a la problemática de la narración y de la experiencia.

El narrador (1936)


  • El narrador es una figura de por si alejada, que mantiene una distancia con el lector.
  • Cada vez es más raro encontrar gente que sepa contar bien algo
  • Cada vez es más frecuente que se vacile cuando se pide que se narre algo en voz alta.
  • La experiencia puede desaparecer. Un ejemplo lo da la gente que volvía enmudecida del campo de batalla. En lugar de retornar más ricos en experiencias comunicables, volvían empobrecidos.
  • “Cuando alguien realiza un viaje, puede contar algo”, dice un dicho popular, imaginando al narrador como alguien que viene de lejos. Pero con no menos placer se escucha al, que honestamente se ganó su sustento, sin abandonar la tierra de origen y conoce sus tradiciones e historias.
  • Presenta entonces dos ejemplos opuestos: Por un lado, al marino mercante y el otro por el agricultor sedentario.
  • En la Edad Media, se instauró una compenetración en la constitución artesanal. El maestro sedentario y los aprendices migrantes trabajaban en el mismo taller, y todo maestro había sido trabajador aprendiz migrantes antes de establecerse en su lugar de origen o lejos de allí. Para el campesino o marino convertido en maestro patriarcal de la narración, el taller medieval había servido de escuela secundaria: En ella se aunaba la noticia de la lejanía, tal como la refería el peregrino de retorno a casa, con la noticia del pasado que prefiere confiarse al sedentario.
  • Leskov innovo con una serie de escritos sobre la clase obrera, sobre el alcoholismo, sobre médicos policiales, sobre comerciantes desempleados, que son los precursores de sus narraciones.
  • Un rasgo característico de muchos narradores natos es una orientación hacia lo práctico, dando consejos o lecciones a los lectores sobre asuntos cotidianos: el consejo es sabiduría entretejida en los materiales de la vida vivida.
  • La narración no es moderna ni esta en decadencia, más bien es un efecto secundario de las fuerzas productivas históricas seculares, que paulatinamente desplazaron a la narración del ámbito del habla, y que a la vez hacen sentir una nueva belleza en lo que desaparece.
  • Lo que distingue a la novela de la narración (y de lo épico en su sentido más estricto), es su dependencia esencial del libro. La amplia difusión de la novela sólo se hizo posible gracias a la invención de la imprenta.
  • El narrador toma lo que narra de la experiencia; la suya propia o la transmitida, la toma a su vez, en experiencias de aquellos que escuchan su historia. El novelista, por su parte, sé ha segregado.
  • La novela, cuyos inicios se remontan a la antigüedad, requirió cientos de años, hasta toparse, en la incipiente burguesía, con los elementos que le sirvieron para florecer. Apenas sobrevenidos estos elementos, la narración comenzó, lentamente, a retraerse a lo arcaico; se apropió, en más de un sentido, del nuevo contenido, pero sin llegar a estar realmente determinado por éste.
  • La información cobra su recompensa exclusivamente en el instante en que es nueva. Sólo vive en ese instante, debe entregarse totalmente a él, y en él manifestarse. No así la narración pues no se agota. Mantiene sus fuerzas acumuladas, y es capaz de desplegarse pasado mucho tiempo.
  • La narración, es una forma artesanal de la comunicación.
  • El hombre de hoy ha logrado incluso abreviar la narración. Hemos visto el surgimiento de la “short story” que, apartado de la tradición oral, ya no permite la superposición de las capas finísimas y transparentes, constituyentes de la imagen más acertada del modo y manera en que la narración perfecta emerge de la estratificación de múltiples versiones sucesivas.
  • Desde hace una serie de siglos el concepto de muerte ha sufrido una pérdida de omnipresencia y plasticidad. Morir era antaño un proceso público y altamente ejemplar en la vida del individuo, pero en los tiempos modernos, es algo que se empuja cada vez más lejos del mundo perceptible de los vivos. La muerte es la sanción de todo lo que el narrador puede referir y ella es quien le presta autoridad. En otras palabras, sus historias nos remiten a la historia natural. Todo el que muere deja como herencia algo. Aunque sea historias.
  • Rara vez se toma en cuenta que la relación ingenua del oyente con el narrador está dominada por el interés de conservar lo narrado.
  • Todo aquel que escucha una historia, está en compañía del narrador; incluso el que lee, participa de esa compañía. Pero el lector de una novela está a solas, y más que todo otro lector.
  • El narrador es admitido junto al maestro y al sabio. Sabe consejos, pero no para algunos casos como el proverbio, sino para muchos, como el sabio.
  • En el narrador, lo sabido de escuchadas es incorporado a su propio ser. Su talento es de poder narrar su vida y su dignidad; la totalidad de su vida. El narrador es el hombre que permite que las llamas de su narración consuman por completo la mecha de su vida.(¡Alta metáfora!) El narrador es la figura en la que el justo se encuentra consigo mismo.

domingo, 8 de junio de 2008

Texto narrativo a partir de consigna de imágen onírica.

Luego de crear un dibujo en base a una imágen onírica, y proponer un título para un futuro cuento, nos dispusimos a rotar la imagen dentro del grupo, y cada integrante le asignó una palabra: Un sustantivo, un verbo, un pronombre, un adjetivo y una pregunta. A partir de allí debiamos comenzar a escribir incluyéndolos(se encuentran en mayuscula y subrayados).

Límites estúpidos.

Una ruta y dos arco iris. Donde empieza uno termina el otro y viceversa. También hay dos manos y dos carriles en cada orientación. Buenos aires- Rosario está más cargado de camiones. Los que vienen de Rosario en cambio, lo hacen en numerosos autos, colectivos urbanos y algún que otro micro de larga distancia. Las banderas están colgadas en las ventanillas y en los techos de los autos., y cruzan toda la longitud de cada uno de los ómnibus.
Dos sacan las manos de alegría; Las agitan, mientras los demás autos con sus bocinas incitan a que no dejen de agitarlas. En sus manos hay remeras, y en sus voces hay cánticos que no se oyen: hay mucho ruido fruto del accionamiento al unísono de los cláxones por parte de todos los conductores. La autovía por momentos parece una pequeña CALLE céntrica de ciudad, atestada por muchachos sedientos de más festejo, de poder pisar el césped propio, y convertirse en leyenda.
El cielo vuelve a desprender gotas. Los techos corredizos de los autos, contrariamente a lo que se suponía, son lentamente abiertos, y de ellos emergen exultantes niños que no dejan de BRILLAR a la luz del sol que se esconde de a poco.
El arco iris uno se desvanece por falta de proyección. El dos está en eso.
El número uno dice: ¡que buena tarde tuviste! El dos le contesta: "Si, por fin un día cumplí el sueño de anular completamente a un rival".
El número uno le repregunta, insiste en saber si recordaría esa tarde de no ser por la victoria. El número dos lo mira fijo como insinuando un "no". El número uno también lo mira fijo y llora de alegría. Ya esta
LIBRE. Ya no llora de alegría. Ya no llora.
El nene del Renault 12 verde agita su bandera. Ocho adolescentes que tripulan un Fiat Duna blanco, PENOSAMENTE se aproximan a sin éxito a un Vw Gol propiedad de cuatro chicas que juegan al hockey y fueron a apoyar al plantel. No querían perderse el partido de Rosario. Cuando el Duna se acerca al lado derecho del Gol, las chicas cierran las ventanillas. El del Audi gris, revive por radio el gol del número tres, le que sirvió para coronar el triunfo, y mientras tanto de pone mas cerca del micro principal, el que lidera la caravana, el que lleva los jugadores. Martín es el chofer de un 1114 escolar que se ubica atrás del Audi y chusmea a ver que hacen los muchachos en el micro. El número cuatro se muestra por las ventanillas mientras toma champagne del pico. El número cinco no sabe ni entiende nada:¿MANEJA OTTO EL AUTOBÚS?, dice luego de mirar el 1114 y de continuar agitando su botella de vodka moviendo su brazo derecho. El chofer del micro oficial tampoco entiende demasiado. La caravana comienza a atravesar los arcos y los puentes. El puente cinco es muy angosto. El puente seis es dfícil de ser superado fácilmente si van dos autos, uno al lado del otro. En el siete los micros empiezan a caer estúpida y absurdamente, rompiendo las vallas de defensa. Los autos siguen de largo mirando como caen los 9 ómnibus. La prensa llega mas rápido, porque son morbosos y no policias ni periodistas deportivos. Ese abismo se convierte en catarata, y la espera será larga.

sábado, 7 de junio de 2008

Trabajo en clase: Rítmo (Texto producido teniendo en cuenta un escrito de Samuel Beckett)

Elemento elegido:
Aire

Elemento relacionado al nivel de lo metafórico o al nivel de lo concreto:
Avión

Significados y significantes:
Aviación
Sanción
Misión
Intuición
Decisión
Actuación
Actos
Pactos
Pactado
Aprobado
Vado
Varios

Aparato
Asiento
Viaje
Volar
Aviación
Ayuda
Horror
Ausente
Aves
Miedo
Acción
Turbinas
Fallas

Texto:
Ausente en viajes en el aire, miente en esferas de la misión;
Volar siente en sus partes, y va en busca de esa aviación.

Mirar inerte a las artes, como meros pasajeros de la intuición;
Miedo pacta, y parte hacia Marte, Mira un acto, una acción.
Riesgo incita a sus lados, varios rostros de omisión.

La ayuda no revela el riesgo, siempre la probabilidad de sanción.

Miedo pacta, y parate ninguna parte, pasado sin actuación.
Riesgo ofrece en sus alas, varios rostros de horror.
Ausente para siempre, misión ausente. Atado a actos de horror.

Citas de Daniel Cassany en “Describir el escribir”

  • Métodos.

En el análisis introspectivo los escritores recuerdan, describen y analizan ellos mismo lo que han estado haciendo mientras componían el texto.
En el análisis protocolario los escritores no analizan ni juzgan lo que han he
cho, sino que sólo lo verbalizan mientras lo están haciendo. También se les pide que escriban un texto, pero en lugar de esperar hasta el final para hablar, han de decir en voz alta todo lo que hacen en el momento en que lo hacen.

  • El modelo.

El modelo de Flower y Hayes (1981) consta de tres grandes unidades: la situación de comunicación (la labor de ambientación), la memoria a largo plazo del escritor y los procesos de escritura.

  • El proceso de escribir.

Este se compone de tres procesos mentales de escritura planificar, redactar y examinar eso que se creó. Además esta el monitor, un mecanismo de control que ayuda a regular la puesta en funcionamiento de cada uno de los procesos nombrados.

La composición es un proceso de pensamiento dirigido por una red de objetivos. Los planes del texto que diseña el escritor compiten con los conocimientos de la memoria a largo plazo y con el texto que se va gestando para dirigir el proceso de composición. Durante el proceso de composición se producen actos de aprendizaje. El escritor aprende cosas que utilizará después para regenerar los objetivos y los planes del texto. Se considera que el pensamiento creativo o la inventiva del escritor reside precisamente en la habilidad de explorar un tema, desarrollarlo y formar conceptos nuevos que regeneran los primeros.